miércoles, 27 de noviembre de 2013

RENZO PIANO


RENZO PIANO

Arquitecto italiano. Renzo Piano nació el 14 de septiembre de 1937 en Génova (Italia), en el seno de una acomodada familia de empresarios de la construcción.
Después del descalabro que para Italia supuso su participación en la Segunda Guerra Mundial, su infancia se vio ensombrecida por la decadencia y las carestías de la inmediata posguerra. Habría que esperar a la década de los cincuenta para que el país, y especialmente las ciudades del norte, como Milán, Turín y la misma Génova, despertaran de aquel largo letargo económico y empezaran a reconstruir los barrios, las fábricas y las infraestructuras, maltrechas por una guerra aún demasiado reciente.
En ese contexto de recuperación económica, el joven Renzo, auspiciado por las grandes perspectivas que le brindaba el negocio familiar, decidió cursar estudios de arquitectura. Así, en 1959 entró en el Politécnico de Milán, donde se graduaría cinco años más tarde. También fue en Milán, y en ese mismo período, cuando conoció a la que sería su primera esposa, Magda Arduino. Fruto de aquella relación, en 1965 nacería el primero de sus tres hijos.

Años de formación y primeros proyectos

Asimismo, en esos años de formación, Piano no se abstuvo de compaginar los estudios con el trabajo en la empresa constructora de su padre. Esta decisión habría de tener suma importancia en el posterior desarrollo de su carrera, toda vez que fue allí donde pudo empezar a experimentar, sin ataduras, con nuevos diseños y aplicaciones para materiales, algunos de los cuales, como por ejemplo el plástico, los emplearía en futuros proyectos como el del Pabellón de la Industria Italiana en la Exposición de Osaka (Japón) de 1970.
Una vez terminados los estudios y bajo la influencia de su amigo y maestro, el proyectista Jean Prouvé, desarrolló una serie de diseños cada vez más rupturistas con los que pretendía cuestionar paradigmas tradicionales de la arquitectura como la autoría, la perdurabilidad o la rigidez espacial. Bajo estas premisas, proyectó una serie de edificios adaptables, como la Casa de Garrone (Alessandria, Italia, 1966), en los que el propietario podía alterarlos o completarlos según su conveniencia y necesidad.

En Berna, Piano diseñó este edificio que es un homenaje al pintor Paul Klee por parte de la ciudad. Sus formas emulan las líneas del paisaje.
Un claro ejemplo de ello es el Centro Nasher, ubicado en el corazón de Dallas, una caja de cristal cuyo diseño incorpora conceptos de arquitectura sustentable.


Piano ha sabido evolucionar y adaptarse a los tiempos más que a las modas. En 1991 instaló  en su estudio creativo -se llama de manera emblemática Taller de construcción­­ -, células fotoeléctricas. Buscaba que los lucernarios  se cerraran con la incidencia del sol y que las ventanas se abrieran con la llegada de la brisa. Fracasó. No tuvo en cuenta que todos no disfrutamos con la misma intensidad de viento o sol. Pero veinticinco años después declaraba orgulloso que la Fundación Beyeler de Basilea en Suiza conseguía un ahorro energético 60 veces superior.
Centro cultural Jean-Marie Tjibaou, en Noumea: una suma de tecnología y técnicas tradicionales.
La arquitectura sigue siendo un campo abierto a la evolución y a la invención y que la sostenibilidad mejora la arquitectura. Y la vida del plañera.






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